Los Ángeles, 16 oct (Prensa Latina) El reconocido actor estadounidense Al Pacino y el piloto mexicano de Fórmula 1 Checo Pérez aparecen en el último video musical del puertorriqueño Bad Bunny, material disponible en todas las plataformas digitales.
La escena musical y del automovilismo «colisionaron» con la presencia del corredor y del mítico actor de películas, entre ellas, la trilogía de «El Padrino» (1972, 1974 y 1990) o «Caracortada» (1983).
Más aún, fue todo un suceso entre dos mundos apasionantes, como el de la música y el de los autos de carrera, cuando el esperado estreno esta semana del video «Mónaco», de Bad Bunny, llegó a los sitios de streaming, destacó la revista Rolling Stone.
La sorpresiva aparición del piloto de F1 Checo Pérez y la leyenda del cine Pacino dejaron a los fanáticos entre un «frenesí» de emociones y especulaciones, comentó la publicación especializada.
Todo este trabajo no hubiera sido posible sin la mano y la aguda mirada de fotógrafo del joven de 23 años, director de audiovisuales, Stillz, precisó la revista.
El video «Mónaco» inicia con una ambientación que recuerda al estilo gánster de películas icónicas, y lo que sigue es el reguetonero puertorriqueño a la entrada de un restaurante, con una serie de personajes, entre quienes destacan la figura de Al Pacino, narró la publicación.
Con una narrativa que mezcla la opulencia y el misterio, el video sumerge al espectador en una trama, en la cual la música y el storytelling se combinan, aunque en la letra de «Mónaco» no cuenta lo mismo, pues esta es muy al estilo del reguetonero.
En el audiovisual se menciona al pequeño principado, se hace alusión al Gran Premio de Mónaco con sus vehículos deslizándose por el circuito y aquí destaca la presencia del equipo Red Bull al cual pertenece Checo Pérez, una de las figuras más prominentes de la F1 y orgullo mexicano.
Tras concluir la canción, Bad Bunny regala una suerte de mini documental detrás de cámaras que ofrece una vista de la filmación del video.
Este video, realza la revista Rolling Stone, representa una prueba más de cómo los límites entre el deporte, la música y el entretenimiento continúan rumbos similares, y la colaboración entre Bad Bunny y Checo Pérez, es una celebración de la cultura, la pasión y el talento.